A la hora de diseñar una cocina y elegir cual va a ser el tipo de material predominante de esta, hay que tener presente dos características: su funcionalidad y su estética.
Elegir el material para cada elemento en la cocina, teniendo en cuenta diferentes aspectos como las actividades que realizas en ella, es muy importante. Pero esta tarea no es nada fácil, ya que la variedad de dichos materiales es bastante extensa, sin contar con los múltiples estilos que puedes elegir.
Partiendo de esa base, el acero inoxidable se posiciona como uno de los materiales favoritos para su incorporación en la cocina. Encimeras, muebles, electrodomésticos y hasta elementos decorativos se visten de acero para aportar a tu cocina todos los beneficios que dicho material posee.
Aunque este material lo podemos encontrar en infinidad de opciones, la cocina es uno de los lugares clave para su utilización. Por eso, es importante conocer las principales ventajas e inconvenientes que tienen a la hora de formar parte de una de las estancias más importantes de la casa.
RESISTENCIA
Cuando hablas de acero inoxidable, estamos seguros que la primera característica que se te viene a la mente es la resistencia. Y es que, dicho material, es comúnmente caracterizado por ello.
Soporta perfectamente los golpes sin que dicho material se vea alterado. Pero no solo esto, sino que además se convierte en un material perfecto para resistir a temperaturas extremas, tanto calientes como frías.
Por otro lado, su vida útil es muy elevada, así que no tendrás que preocuparte por cambiar tu cocina en un largo periodo de tiempo. Un dato que más de uno tendrá muy presente a la hora de pensar si el acero es el material idóneo para incorporar en su cocina.
LIMPIEZA
Otra de sus principales características es su facilidad de limpieza y mantenimiento. Únicamente sólo hace falta pasarte un paño húmedo para eliminar la suciedad rápidamente y que luzca como el primer día.
Además, un punto muy favorable es que no alberga gérmenes, considerado como uno de los materiales más higiénicos debido a que su superficie no presenta porosidades. Eso sí, hay que poner especial cuidado en secar correctamente su superficie para que su superficie quede libre de manchas.
Y otra característica curiosa es, que no modifica el sabor de los alimentos. Hay determinados materiales que con su contacto alteran el sabor de las comidas, pero con el acero inoxidable se mantienen intactos.
ESTÉTICA
Sin lugar a dudas, el acero inoxidable es un material que aporta elegancia además de amoldarse a casi cualquier estilo que quieras incorporar aportando mucho valor estético al resultado final. Consigue dar ese toque moderno y vanguardista que hará que tu cocina luzca con una personalidad fuerte, aparte de convertirse en una estancia original y exclusiva.
LUMINOSIDAD
El acero inoxidable, debido a su reflejo, aporta luminosidad y amplitud al espacio. De manera complementaria, utilizar una iluminación adecuada nos permitirá generar la sensación de una cocina más grande.
La cantidad de ventajas que posee este material son bastantes elevadas, pero también hay algún que otro inconveniente que también debes saber.
A pesar de su increíble resistencia, también son muy fáciles de arañar si se arrastran cargas de peso por encima. Además, debido a un uso incorrecto de la superficie puede llegar a perder progresivamente su brillo inicial que tanto le caracteriza. Pero esto tiene fácil solución. Utiliza los productos de limpieza especiales y adecuados para su mantenimiento. Si eres consciente y constante con esta tarea, este inconveniente no será un problema para ti.
Dicho material, también puede llegar a crear un ambiente frío. Dependerá de vosotros combinarlo con los materiales complementarios adecuados para transformar el ambiente en un espacio moderno y acogedor.
