Cocinas rústicas y de madera

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El frenesí de la ciudad y su estrés selvático nos obliga muchas veces a escapar de la vorágine urbana y asentarnos en el campo en busca de silencio y algo de paz. ¿Y si conseguimos traer el campo a nuestra casa? Hoy os hablamos de las cocinas rústicas y de madera y cómo podemos darle un toque más campestre a la nuestra. 

El estilo rústico destaca por su ambiente sencillo, acogedor y lleno de color. Os aconsejamos utilizar materiales nobles como la madera que nos transporten a la naturaleza y a la tierra de la que procedemos. Un gran punto a favor de estas cocinas es que no pasan nunca de moda —en el campo todo camina mucho más lento— y nos transmiten una sensación más familiar y cálida, a diferencia de un estilo más moderno, sobrio y frío. Además, es un estilo que luce por su versatilidad y que puede adaptarse muy bien a la personalidad de cada uno. 

La protagonista: la madera

La madera nos transporta a la piel rugosa de los árboles, a los troncos cortados para la leña y al pasado de los bosques. Es perfecta para cualquiera de sus acabados, ya sea en el suelo, en el techo, en las encimeras o como decoración. En la idea que nos imaginamos de una cocina rústica no puede faltar la madera. Aconsejamos maderas más claras, como la del pino o el arce que nos permitan generar luminosidad a la estancia. Es un material que combina perfecto con muebles blancos —siempre son un buen aliado— y con grandes cristaleras o ventanales. También recomendamos —no sólo por estética, sino también por cuidado del material— pulir o barnizar la madera. Una capa protectora siempre la ayudará para no acumular humedad. 

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Si no eres muy fan de la madera, pero quieres una cocina con estilo, los metales también son una buena opción. Una cocina rústica generalmente se engalana con acabados cobrizos y el galvanizado, tanto en el fregadero como en enseres que nos transportan a otros tiempos para recordarnos los utensilios que se usaban antiguamente. 

También nos gustan los materiales desnudos, al descubierto y sin máscaras, como el ladrillo sin adornos, otro material con el que podemos sacar mucho partido en las cocinas rústicas. Además, podemos combinarlo con azulejos de vidrio o con los materiales que antes mencionábamos para darle un toque campestre. 

Oye, que también los hay más atrevidos. El hormigón, que aparentemente es un material austero y anodino, resurge con mucha fuerza si lo juntamos con el ladrillo. Por último, pero no menos importante, la piedra, el fundamento de la tierra, el sostén de nuestro hogar, la piedra que conforma las casas de nuestros pueblos. Si vivimos en un piso, lo tenemos más complicado, pero siempre tenemos la opción de utilizar un papel de pared y que lo simule a la perfección. 

¡No te cortes con lo original!

Si somos más originales o extravagantes, podemos contar con el bambú —cuantos más materiales naturales, más nos acercaremos a este estilo— para decorar discretamente alguna pared. Fulgen muy bien cuando la pared es blanca y logra un efecto rústico, pero más moderno y minimalista. 

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Otra opción es añadir decorados con acabados envejecidos —los hay que con el tiempo rejuvenecen— o clásicos. La restauración de muebles es una buena forma de ahorrar dinero y ser más sostenibles: mesas, sillas, cubertería, vajillas antiguas… Hay muchísimas opciones. 

En relación a los colores, si queremos algo más ligero y fluido, el color verde —para gustos las tonalidades— en algún tono pastel alicatado en baldosas. Si queremos algo que llame más la atención y avive nuestra cocina rústica también podemos usar el verde para las paredes.

Que la luz nos acompañe

Bendita la luz. Sin ella, no hay vida, y sin vida, no hay campo. Las casas rústicas se embellecen con grandes ventanales o cristaleras que dejan paso orgullosamente a la reina de la iluminación, la luz natural. Somos conscientes de que no todo el mundo goza de esta posibilidad, pero también estamos avisados de que la luz artificial puede hacer virguerías. En este caso, podemos utilizar lámparas colgantes con tulipas de mimbre o decantarnos por instalar lámparas con diseños industriales en acabados metálicos para dar variedad a nuestra composición más rústica. 

No te olvides de los detalles

Céntrate en unos buenos acabados y nunca te olvides de los detalles. Una casa rústica necesita poner mucho cuidado en las pequeñas cosas. Te recomendamos que los muebles de la cocina y las encimeras se revistan de cal para combinarlos con las puertas o pomos de madera. Además, podemos barnizarlos o darlo un efecto desgastado. 

También podemos hacer uso de unas cortinas de tela que cubran algún mueble a modo de puerta corredera o la decoración vertical de alacenas y vajilleros de platos con motivos florales. 

Si quieres un asesoramiento más personalizado que se adapte a tus gustos y necesidades, no dudes en contactar con Murelli

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